Por un par de días nos decidimos apartarnos de nuestro rumbo noroeste, y fuimos al sudoeste por la escénica ruta a Prince Rupert. El camino bordea el impresionante río Skeena, anchísimo y con una velocidad de llevar el agua que te deja mareado. Los paisajes son imponentes con cascadas que caen casi verticalmente de las altas montañas que encierran el valle. En la medida que uno se acerca al Pacífico, te agarra el clima lluvioso de la zona. Dicen que no podrás estar mas de una hora en Prince Rupert sin que llueva! Así lo pudimos comprobar. Antes de llegar a este puerto, hicimos una caminata por un bosque salvaje, donde advertían de la presencia de lobos, pero “lamentablemente” no vimos ninguno.
En Prince Rupert visitamos el puerto de los pescadores, donde tenían apilados los canastos de pesca de todos colores. Una excelente cena de mariscos redondeó un día esplendido, haciéndonos olvidar de la lluvia.
En Prince Rupert visitamos el puerto de los pescadores, donde tenían apilados los canastos de pesca de todos colores. Una excelente cena de mariscos redondeó un día esplendido, haciéndonos olvidar de la lluvia.
1 comentario:
Bueno trotamundos veo que la estan pasando muy bien y conociendo distintas personas y diferentes costumbres.
Muy buenas las fotografias como asi ustedes se ven como dos pendex.
El 12 fue mi cumpleaños lo pase con toda la familia en un asado argentino.
El grupo de las chicas, bien. Laura se opero en España y esta en recuperacion.
Les envio muchos cariños.
Marta
Publicar un comentario