Luego de visitar el pueblo de North Pole, cuyo nombre fue elegido por sus habitantes para atraer más turistas, y de realizar un crucero por el río Chena en Fairbanks, nos fuimos a los baños termales de Chena Hot Springs. Este lugar sera el mas norteño de nuestro viaje. Se encuentra levemente por encima del paralelo de 65 grados norte, lo que equivale, transportándolo al hemisferio sur, a unos 1’200 Km. más al sur de Ushuaia. Por esta curiosidad geográfica, ante un campo de adiestramiento de perros Huskies, nos dimos el beso boreal para completar el beso austral que nos dimos en el sur argentino, en aquel lejano día del 13 de noviembre de 2007.
sábado, 31 de mayo de 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
Ushuaia - Fairbanks
Hoy cumplimos también con nuestro objetivo de unir la ciudad mas austral del mundo - Ushuaia – con la ciudad mas boreal del continente – Fairbanks. La distancia recorrida entre ambas ciudades totalizó 35’132 Km. Habíamos partido de Ushuaia el 23 de noviembre de 2007 y llegamos a Fairbanks el 28 de mayo de 2008. Por lo tanto el viaje nos demandó 188 días. En este cálculo no tuvimos en cuenta el “enlace” entre Buenos Aires y Ushuaia.
40'000 Km.
En nuestro primer día completo en Alaska, viajando de Tok a Fairbanks alcanzamos los 40’000 Km. recorridos desde nuestra partida de Buenos Aires. Esto equivale a una vuelta al mundo por la línea del ecuador! Y lo hicimos en 7 meses.
El paisaje es hermoso. Disfrutamos de la vista sobre el Alaska Range, una de las cadenas de montaña más importante de Alaska. Cruzamos el Robertson River, aún congelado parcialmente, con paredes de hielo superando 1 metro. Aquí nos comentaron que los ríos sin puentes se cruzan con ferries en verano y en invierno por encima del hielo acumulado. Pero en la media estación no se pueden cruzar pues no aguanta el hielo ni puede pasar el ferry.
En cuanto a la fauna, tuvimos oportunidad de apreciar los primeros Alces de Alaska.
El paisaje es hermoso. Disfrutamos de la vista sobre el Alaska Range, una de las cadenas de montaña más importante de Alaska. Cruzamos el Robertson River, aún congelado parcialmente, con paredes de hielo superando 1 metro. Aquí nos comentaron que los ríos sin puentes se cruzan con ferries en verano y en invierno por encima del hielo acumulado. Pero en la media estación no se pueden cruzar pues no aguanta el hielo ni puede pasar el ferry.
En cuanto a la fauna, tuvimos oportunidad de apreciar los primeros Alces de Alaska.
martes, 27 de mayo de 2008
Gracias amigos !
Ahora que cumplimos nuestro sueño y que la colección de banderas se completó con la última, la de Alaska, es momento de agradecer a todos nuestros parientes y amigos que nos alentaron, que nos escribieron mensajes y comentarios y también a los que nos siguieron en silencio apoyándonos en nuestra aventura con el corazón.
En todo momento nos sentimos acompañados por todos Uds. y queremos que sepan que vuestra aliento nos hizo mucho bien.
A todos Uds. muchas gracias.
Pero esto no termina aquí, pues ahora viene el recorrido por Alaska y el viaje de vuelta.
Sígannos…………
En todo momento nos sentimos acompañados por todos Uds. y queremos que sepan que vuestra aliento nos hizo mucho bien.
A todos Uds. muchas gracias.
Pero esto no termina aquí, pues ahora viene el recorrido por Alaska y el viaje de vuelta.
Sígannos…………
A L A S K A !!!
LLEGAMOS !!!
Hoy, el 27 de mayo de 2008, a las 15.30 horas local entramos a Alaska!
Han transcurrido 209 días desde nuestra partida de Buenos Aires.
Recorrimos 15 países y 39’735 Km.
Miles de paisajes, muchísima gente encantadora, recuerdos imborrables
Gracias a Dios, llegamos sin problemas de ningún tipo.
Han transcurrido 209 días desde nuestra partida de Buenos Aires.
Recorrimos 15 países y 39’735 Km.
Miles de paisajes, muchísima gente encantadora, recuerdos imborrables
Gracias a Dios, llegamos sin problemas de ningún tipo.
HOY CUMPLIMOS NUESTRO SUEÑO QUE COMENZO HACE 40 AÑOS !!!
Los últimos kilómetros
Este día histórico para nosotros se presentó en forma excelente: cielo azul, temperatura agradable y solo unos 300 Km. para llegar a la frontera de Alaska. Que mejor día que en el 3er cumplemes de Luciana para lograr nuestra hazaña. Partimos rumbo noroeste.
Pronto el clima cambió, el viento sur que traía calor en los últimos días cambió para el noroeste, o sea ahora venía de Alaska trayendo un frío helado. La temperatura que en los últimos dos días había llegado a 30 grados, descendió bruscamente hasta 4 grados!
Pasamos el lago Kluana, enorme superficie de agua aún mayormente congelada pero lo mas curioso fue que sobre la playa se habían congelado las olas!
Faltando 100 Km. para la frontera, sacamos una foto recordatoria en el GPS y ahora sí, la emoción no dejaba de subir…………
Pronto el clima cambió, el viento sur que traía calor en los últimos días cambió para el noroeste, o sea ahora venía de Alaska trayendo un frío helado. La temperatura que en los últimos dos días había llegado a 30 grados, descendió bruscamente hasta 4 grados!
Pasamos el lago Kluana, enorme superficie de agua aún mayormente congelada pero lo mas curioso fue que sobre la playa se habían congelado las olas!
Faltando 100 Km. para la frontera, sacamos una foto recordatoria en el GPS y ahora sí, la emoción no dejaba de subir…………
lunes, 26 de mayo de 2008
Haines
Mas paisajes extraordinarios
Nos levantamos a las 5 de la mañana para tomar el ferry que nos iba a llevar por los fiordos de Skagway y Haines para cruzar a este ultimo pueblo en una hora de barco. El tiempo continuó como para sacar tarjetas postales por lo que disfrutamos nuevamente de paisajes extraordinarias. Desde Haines, para el norte, nos volvimos a la provincia de Yukon, Canada. Nos alojamos en Haines Junction, a la espera de un gran día……
domingo, 25 de mayo de 2008
Fiebre de Oro
Paisajes extraordinarios
Por el camino de la fiebre del oro (ver entrada Whitehorse del 23.5.08) nos lanzamos en sentido contrario hacia el sur, en un desvío de coqueteo con Alaska, pues por ese camino se llega a Skagway, en el fiordo del mismo nombre, pero desde donde no hay conexión con Alaska sin volver por Canadá o por mar.
El camino es sencillamente sensacional en cuanto a la belleza de paisajes. Además fue un día esplendido sin una nube. Es difícil describirlo o de fotografiarlo. El recorrido hace olvidar también a los enormes sacrificios que hicieron los buscadores de oro que llegaron por miles por esa región en el crudo invierno de 1897/98.
Ahora se viene la fiebre de paisajes!
sábado, 24 de mayo de 2008
Fish Lake
Otro día esplendido nos invitó a recorrer los alrededores de Whitehorse. Así nos dirigimos a los bosques para ir a hacer un pic-nic en el Fish Lake que aún se mantiene congelado. Por lo tanto, a pesar del nombre del lago, de pesca ni hablar.
Pudimos observar patos y aves, entre ellos una gaviota ártica a punto de zambullirse para pescar en la pequeña franja de agua liberada por el hielo.
viernes, 23 de mayo de 2008
Whitehorse
Partiendo de nuestro pernocte en el pueblo de Teslin, seguimos por la Alaska Highway bordeando el Lago Teslin que tiene una longitud de 125 Km! Los carteles en la ruta se presentaron cada vez más excitantes (ver foto). Al medio-día llegamos a Whitehorse, la última ciudad canadiense en la Provincia de Yukon, antes de Alaska.
Whitehorse es históricamente famoso por la fiebre de Oro Klondike, cuando miles de buscadores de oro entraron por barco al fiordo de Skagway, escalando luego la rocosa montaña para llegar a los afluentes del Río Yukon. Con este histórico río, de 3’700 Km. de largo, nos encontramos en Whitehorse (aquí todo es grande). Sus aguas, luego de transcurrir por el noroeste de Canadá, entran a Alaska, cruzan todo ese territorio para volcarse finalmente en el mar de Bering.
La ciudad de Whitehorse es muy simpática, con sus edificios de principio del siglo XX restaurados, varios museos evocando la época de la fiebre de oro y además nos tocó un día esplendido con casi 20 grados de calor.
Ah, y en este momento son las 23 horas 15 minutos y es pleno día. Y aún no llegamos al verano y aún tenemos que ir mas al norte!!!
jueves, 22 de mayo de 2008
Entrando a Yukon Territory
Canadá es muy grande. Esto no es ninguna novedad, pero al recorrerlo uno empieza a sentir la inmensidad de este país. Hoy hemos dejado la provincia de British Columbia, después de andar 9 días y sin haber parado más de una noche en cada lugar. Nueve días para recorrer una sola provincia, y por supuesto sin haberla visitado en toda su dimensión.
Fue un día muy lluvioso y frío, y muchos de los lagos que pasamos aún se mantienen congelados. Es un espectáculo hermoso.
Otros hechos importantes de hoy fueron signados por nuestros avances geográficos. Por un lado, entramos a la Provincia de Yukon Territory, la última Provincia en el noroeste de Canadá, lindando con Alaska.
Y por otro lado, llegamos a la carretera “Alaska Highway”, la ruta nro. 1 que te lleva a Alaska. Pero no tenemos apuro, y antes de dirigirnos a nuestro destino, tenemos pensado realizar un par de desvíos interesantes.
Fue un día muy lluvioso y frío, y muchos de los lagos que pasamos aún se mantienen congelados. Es un espectáculo hermoso.
Otros hechos importantes de hoy fueron signados por nuestros avances geográficos. Por un lado, entramos a la Provincia de Yukon Territory, la última Provincia en el noroeste de Canadá, lindando con Alaska.
Y por otro lado, llegamos a la carretera “Alaska Highway”, la ruta nro. 1 que te lleva a Alaska. Pero no tenemos apuro, y antes de dirigirnos a nuestro destino, tenemos pensado realizar un par de desvíos interesantes.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Un aperitivo de Alaska
Luego de pernoctar en Stewart y hablando con una lugareña, nos enteramos que el pueblo de Hyder que se encuentra a 2 km. de Stewart, está en territorio de Alaska. Así que ahí fuimos a darnos una vuelta como un aperitivo de nuestro destino final. Es un pueblo casi fantasma y el camino termino en ese lugar. No se puede ir a ningún otro lado, salvo por mar. De modo que evidentemente tuvimos que volver a la ruta principal para continuar nuestro viaje hacía la verdadera frontera de Alaska.
martes, 20 de mayo de 2008
! Un Oso !
“¡ Un Oso !”, este fue el grito que pegó Vicky al sorprenderse por la presencia de un oso negro al costado de la ruta. Solo Vicky puede ver un animal, viajando a 100 km. por hora. Casi nos morimos de emoción, pues este oso lo vimos nosotros y no era de esos que ya hay 20 camionetas paradas observándolo. Clavé los frenos y volvimos para atrás. Y ahí estaba parado contra un árbol. No tuvimos tiempo de sacar la maquina de fotos, antes que desaparezca en el bosque pero nos quedó la imagen gravada para siempre.
Pero he de aquí, a penas repuestos de esta emoción, apareció otro oso, aun más cerca de la ruta. Este sí, lo pudimos fotografiar y disfrutar. No bastó con ello, que mas adelante vimos otro oso, pardo esta vez, era una hembra con su osito. Que imagen tan tierna.
Parecía mentira pero continuamos viendo osos toda la tarde, sumando en total unos 14, hasta vimos a uno cruzando la carretera.
Evidentemente era la zona de osos, y como nos explicaron mas adelante, es la época que salen de su letargo invernal y están muy hambrientos por lo que priorizan la comida de los tiernos pastos de la primavera descuidándose de otras circunstancias como la presencia de vehículos y de humanos. Para completar aún más nuestro día de sorpresas, también vimos un alce y un zorro gris cruzando la ruta. Mientras tanto, los carteles de la ruta se ponían cada vez más excitantes.
Al finalizar la tarde, bifurcamos de la ruta principal hacía el oeste, nuevamente a la costa del Pacífico. El camino entró en un hermoso valle con remanentes del invierno, pues lagos congelados, nieve al costado de la carretera y glaciares a nivel de la ruta nos acompañaron en el espectacular cuadro del atardecer. Nos alojamos en Stewart, un pequeño pueblo minero a orillas de una bahía angosta del Pacífico.
A solo 2 km. de Stewart se encuentra el pueblo de Hayder donde termina el camino. Este pueblo casi fantasma tiene algo especial que nos causó una intensa emoción. Para los amantes de la geografía, les dejamos averiguarlo………………
Pero he de aquí, a penas repuestos de esta emoción, apareció otro oso, aun más cerca de la ruta. Este sí, lo pudimos fotografiar y disfrutar. No bastó con ello, que mas adelante vimos otro oso, pardo esta vez, era una hembra con su osito. Que imagen tan tierna.
Parecía mentira pero continuamos viendo osos toda la tarde, sumando en total unos 14, hasta vimos a uno cruzando la carretera.
Evidentemente era la zona de osos, y como nos explicaron mas adelante, es la época que salen de su letargo invernal y están muy hambrientos por lo que priorizan la comida de los tiernos pastos de la primavera descuidándose de otras circunstancias como la presencia de vehículos y de humanos. Para completar aún más nuestro día de sorpresas, también vimos un alce y un zorro gris cruzando la ruta. Mientras tanto, los carteles de la ruta se ponían cada vez más excitantes.
Al finalizar la tarde, bifurcamos de la ruta principal hacía el oeste, nuevamente a la costa del Pacífico. El camino entró en un hermoso valle con remanentes del invierno, pues lagos congelados, nieve al costado de la carretera y glaciares a nivel de la ruta nos acompañaron en el espectacular cuadro del atardecer. Nos alojamos en Stewart, un pequeño pueblo minero a orillas de una bahía angosta del Pacífico.
A solo 2 km. de Stewart se encuentra el pueblo de Hayder donde termina el camino. Este pueblo casi fantasma tiene algo especial que nos causó una intensa emoción. Para los amantes de la geografía, les dejamos averiguarlo………………
lunes, 19 de mayo de 2008
Prince Rupert
Por un par de días nos decidimos apartarnos de nuestro rumbo noroeste, y fuimos al sudoeste por la escénica ruta a Prince Rupert. El camino bordea el impresionante río Skeena, anchísimo y con una velocidad de llevar el agua que te deja mareado. Los paisajes son imponentes con cascadas que caen casi verticalmente de las altas montañas que encierran el valle. En la medida que uno se acerca al Pacífico, te agarra el clima lluvioso de la zona. Dicen que no podrás estar mas de una hora en Prince Rupert sin que llueva! Así lo pudimos comprobar. Antes de llegar a este puerto, hicimos una caminata por un bosque salvaje, donde advertían de la presencia de lobos, pero “lamentablemente” no vimos ninguno.
En Prince Rupert visitamos el puerto de los pescadores, donde tenían apilados los canastos de pesca de todos colores. Una excelente cena de mariscos redondeó un día esplendido, haciéndonos olvidar de la lluvia.
En Prince Rupert visitamos el puerto de los pescadores, donde tenían apilados los canastos de pesca de todos colores. Una excelente cena de mariscos redondeó un día esplendido, haciéndonos olvidar de la lluvia.
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