Avanzamos por la interestatal nro. 25 por el desierto central de Nueva Mexico. Durante un tramo largo nos acompañó el legendario Rio Grande en cuyas orillas se divisaba la única cinta verde en esta región tan árida. Al medio-día bifurc
amos hacía el este para recorrer los Pueblos Salinas de las misiones franciscanas. Ya en el 1600 empezaron los primeros esfuerzos españolas para convertir a los indios locales al cristianismo. Sin embargo, las luchas por el poder entre el clero y la corona, las plagas y el hambre, y la hostilidad de los Apaches terminaron pronto con estos intentos y las misiones fueron abandonadas a los pocos años. Solo quedan enormes ruinas como único vestigio de aquella época. De los tres pueblos de misioneros, visitamos las ruinas de Quarai.Por un pintoresco camino secundario, donde el desierto dejó poco a poco lugar a un paisaje de bosques y valles, proseguimos nuestro viaje hasta la histórica ciudad de Santa Fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario