Despedida de Lia y Peter

Con una cena en un restaurante thai iniciamos las ceremonias de despedida de nuestros amigos. Seguimos luego en casa, contemplando la luna llena, con el juego de “La podrida” durante el cual nos divertimos mucho. A la mañana siguiente, llegó la hora de decir adiós a Lia y Peter quienes nos hospedaron y nos atendieron como reyes en su casa. Una vez más: un millón de gracias por todos estos afectos.
Subimos a nuestro Land Rover y por curiosidad espié en el GPS cuantos kilómetros marca en línea recta hasta Alaska: son “solo” 4’465 Km., claro está que es en línea recta. Estimamos que la realidad por ruta, según el itinerario que nos hemos propuesto, será por lo menos el doble de distancia.
Con un ultimo agitar de brazos, saludando a nuestros amigos, partimos rumbo norte.