Vientos patagónicos

Nos despedimos de nuestros amigos Cuqui y André, con quienes pasamos unos días hermosos en amistad y compartiendo las bellezas de Tierra del Fuego, de Magallanes y del Calafate. Ellos volvieron a Buenos Aires en avión, y continuamos el viaje, de nuevo solos.
Acompañados por un viento impresionante, retomamos la RN 40, pasamos por el histórico Hotel de “La Leona” y luego bifurcamos al noroeste hacia El Chaltén. Pensar que cerca de la Cordillera iba a amainar el viento resultó ser muy equivocado, pues en el pueblo, situado al final de los cañadones de los ríos Fitz Roy y De las Vueltas, la violencia del viento era tal que costaba mantenerse derecho en pié. La gente caminaba en zigzag y todos parecían medio borrachos.