Llovió toda la noche y temíamos de no poder realizar ninguna excursión. Pero por la mañana paró la lluvia y decidimos hacer una caminata hasta el mirador del Cerro Torre. Como seguía nublado pero con rayos de sol, teníamos la esperanza de poder ver el famoso macizo del Fitz Roy. Pero hoy decidió no mostrarse. Así que nos quedaba aún el día siguiente para ver si tenemos mejor suerte. Igualmente lo salvaje, agreste y majestuoso del Chaltén nos dejó un hermoso recuerdo.
domingo, 2 de diciembre de 2007
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