El sol penetró muy temprano en nuestra cabaña y por lo tanto, no pude resistir de levantarme a las 6 de la mañana para ver si ahora se podía apreciar el Fitz Roy. Camera en mano y con un frío que calaba los huesos doy vuelta a la cabaña y ahí estaba! Majestuoso, bellísimo, iluminado tímidamente por los primeros rayos de sol y siempre con una nube en su cumbre, haciendo honor a su nombre original “El Chalten” que significa: la montaña que humea.
lunes, 3 de diciembre de 2007
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