A puro Golf

En un día absolutamente de ensueño, con 20 grados, sol y ni una nube, desempolvamos los palos de golf que hasta aquí soportaron todo el polvo de la Patagonia, sin ser usados, y nos fuimos a conocer la cancha de 18 hoyos del Hotel Llao Llao. Como jugamos? No importa. Disfrutamos de la belleza del lugar que no se puede describir, ni fotografiar. Hay que vivirla. El bosque con enormes y altísimos coihues, lengas y ñires, las flores de las retamas, de los notros, de las margaritas y de los lupinos, las avutardas paseándose por los fairways, el azul profundo del Lago Nahuel Huapi, la imponencia del Hotel Llao Llao, los cerros nevados en el horizonte y ………. la pasta deliciosa y el Malbec en el hoyo 19.
Al día siguiente, repetimos el golf en el Arelauquen, una cancha hermosa en un entorno bellísimo. Pero había vuelto el invierno: hizo frío, volvió el viento y lloviznó gran parte del recorrido. Cuando llegamos al hoyo 18, la temperatura había bajado a 7 grados Celsius y luego se desató un diluvio. Menos mal que ya estábamos en el hoyo 19.

Para coronar nuestra actividad golfistica, nos fuimos a San Martin de los Andes y jugamos la cancha del Chapelco Golf & Resort, diseñada por el oso Jack Nicklaus, el mejor golfista del siglo XX. El día fue glorioso, de primavera, con sol y sin viento. Y hasta jugamos bastante bien.