Dejamos no sin pena, en un día radiante de sol, nuestra cabaña en el Lago Pueyrredón y emprendimos el viaje hacía Los Antiguos. El sinuoso camino por la Precordillera fue durísimo para el manejo, pues tardamos 6 horas para hacer 200 km. Pero valió la pena, pues los paisajes fueron extraordinarios., Al viajar por el cráter del Monte Zeballos observamos la curiosa formación de paredes rocosas, comparada con la muralla china. A pesar de que durante muchos años se creía que había sido construida por el hombre, hoy se sabe que es producto de la erupción volcánica que formó la Cordillera de los Andes.
Al franquear la zona más alta, a 1.500 metros de altura, fuimos sorprendidos por una nevada. El viento en todo el día fue impresionante, a tal punto que al bajarse de la camioneta había que tomar la puerta fuertemente con las dos manos, sino volaba todo.
Llegados a Los Antiguos, la primer actividad fue comer cerezas, pues esta localidad es la capital nacional de la cereza.
Al franquear la zona más alta, a 1.500 metros de altura, fuimos sorprendidos por una nevada. El viento en todo el día fue impresionante, a tal punto que al bajarse de la camioneta había que tomar la puerta fuertemente con las dos manos, sino volaba todo.
Llegados a Los Antiguos, la primer actividad fue comer cerezas, pues esta localidad es la capital nacional de la cereza.
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