En el día del cumple de Vero, no podía ser de otra manera: El viento se había calmado y un hermoso sol iluminaba el mar invitándonos a dar un paseo por la playa de Las Grutas. Nos sorprendimos por la belleza del lugar. Con marea baja entramos a las grutas que dieron origen al nombre del pueblo y paseamos por donde entran y salen las olas con marea alta. Una belleza extraordinaria. A lo largo del paseo, en los acantilados nos acompañaron cientos de loros coloridos.
Antes de partida de Las Grutas, nos encontramos con la primera goma pinchada. Esperemos que no se repita a menudo.
En Sierra Grande, al bajar de la camioneta unos chicos jóvenes llamaron: Vicky! Vicky! y luego David!, pero no los conocimos. Es que observaron nuestros nombres en la camioneta, lo cual, igual que las inscripciones de Argentina-Alaska provoca la comunicación en terceros que se nos acercan y ello es un ingrediente muy agradable para nosotros facilitándonos el contacto con la gente.
Antes de partida de Las Grutas, nos encontramos con la primera goma pinchada. Esperemos que no se repita a menudo.
En Sierra Grande, al bajar de la camioneta unos chicos jóvenes llamaron: Vicky! Vicky! y luego David!, pero no los conocimos. Es que observaron nuestros nombres en la camioneta, lo cual, igual que las inscripciones de Argentina-Alaska provoca la comunicación en terceros que se nos acercan y ello es un ingrediente muy agradable para nosotros facilitándonos el contacto con la gente.
1 comentario:
Excelente la foto del loro David, segui asi.
Maxi
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