Continuamos nuestro viaje de regreso hacía la frontera sin expectativa de ver alguna cosa llamativa en el camino. Sin embargo, Alaska siempre te sorprende. Divisamos a lo lejos una gran mancha blanca en el medio de un bosque. Al acercarnos nos dimos cuenta que era un glaciar enorme. Del campo glaciar que se encuentra en el sudeste de Alaska descienden numerosos glaciares hacia el mar en el Golfo de Alaska, pero hay uno solo que baja hacia el norte, o sea hacia el interior de Alaska y es el Glaciar Matanuska. Es realmente muy curioso ver ese glaciar al lado de la ruta en medio de un bosque.
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1 comentario:
Si la noche sólo cubre 4 horas, cuántas horas duermen ustedes?...o son como Bernardo, q dormía sólo 4 horas al día.
Alaska sorprende a cada momento con accidentes geográficos y animales diversos, pero el oso blanco dónde caray está?
Un fuerte abrazo.
Marty y Miguel
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