En un mar de cambiantes turquesas y azules asoman a 1’000 Km del continente las misteriosas y codiciadas islas Galápagos. Estas islas de encanto son un archipiélago formado por la erupción y la lava ardiente de furiosos volcanes hace diez millones de años. El área terrestre de 13 islas mayores, seis menores, cuarenta islotes y aproximadamente doscientas rocas cubren unos 8’000 Km2 y albergan en su interior fauna y flora endémicas de singular belleza. Su reserva marina que cubre 45’000 Km2 es la segunda más grande del mundo, luego de la Gran Barrera de Coral de Australia.
En avión desde Quito, en la buena compañía de Lía y Peter, con escala en Guayaquil, aterrizamos en la isla de Baltra. Una panga nos lleva enseguida a nuestro confortable crucero “Santa Cruz” en el cual íbamos a recorrer el archipiélago durante los próximos cinco días. Con 80 pasajeros y 60 tripulantes a bordo, iniciamos esta excitante expedición visitando las islas de Santa Cruz, Bartolomé, Santiago, Rábida, Seymour Norte y San Cristóbal. Casi todas las islas tienen varios nombres, según la época en la que fueron “bautizadas”. Y para completar la confusión de nombres, hay una isla que se llama “Isla sin nombre”. Juntos con Rejane y José Antonio, agradables visitantes de Brasil, formamos el pequeño grupo de habla española (o portuñol). En todos los desembarcos, secos ó húmedos, con las pangas que nos llevaban atentos marineros del crucero a las playas, nos acompañó nuestra simpática guía-naturalista Marcela. Ella nos explicó con enormes conocimientos y siempre con una sonrisa, cada detalle en cada lugar. Así disfrutamos de una expedición casi privada.
Repetir lo dicho por Marcela y describir la fauna terrestre y marina y la flora auténtica es tarea casi imposible. Pero si quieres observar los pinzones de Darwin, caminar entre iguanas terrestres y marinas, sorprenderte con los colores y tamaños de los cangrejos, sentir los pelícanos volar por encima tuyo, nadar en el mar con los lobos marinos y los peces de todos los colores, observar las declaraciones de amor de los piqueros de patas azules, admirar la enorme bolsa roja inflada del pájaro fragata macho soltero cuando busca conquistar a una hembrita, conocer las diferentes composiciones pétreas de las erupciones volcánicas y quedarte finalmente muy impresionado por las tortugas gigantes, entonces las Islas Galápagos es el lugar.
Fueron cinco días inolvidables de enormes emociones y admiración por la vida en estas Islas, adornados con una buena gastronomía a bordo y alguna puesta del sol sobre el Pacífico, en buena compañía y con un cocktail en la mano.
Gracias a una cuidadosa política de conservación las Islas Galápagos todavía pueden ser visitadas. No te las pierdas!
3 comentarios:
La verdad que es todavia mejor que en un sueño (o peor que una pesadilla, cuando uno se imagina frente a una des estas iguanas gigantes...).
Hermosas fotos !
Que sigan bien !
Considerando que el 11 de Febrero es mi cumpleaños, no pude realizar mi comentario en ese día pero, no quiero demorar más en expresar todo mi asombro por la impresionante série de fotos que nos suministran.
No tengo la menor duda que fueron 5 días inolvidables y que, una vez más, nadie podrá quitarles ese privilegio de haber vivido semejante aventura en ésas tan famosas Islas Galápagos.
Además, cuantos detalles y precisión en el texto, a tal punto que uno parece ver moverse todo éste mundo con su fauna de enorme variedad, con algunos especímenes dignos del tiempo inimaginable de millones de años anteriores.
FANTÁSTICO una vez más todo el relato y el entusiasmo viviente que surge a la lectura del artículo. FELICITACIONES Y MUCHAS GRACIAS por hacernos vivir éstas emociones.
Lástima que los Galápagos no estén más cerca, bien se merecerían unas cuantas visitas !!!
Con mucho cariño y nuestro afecto.
André + Cuqui
P.S. : Me falta una aclaración : que es una "panga" ??? (igual voy a consultar el diccionario ya que ésta palabra es nueva para mi !)
Buenísimas las fotos de las Islas Galápados! nos sorprendieron los cangrejos (por su tamaño y colorido carnavalesco)y la soberbia panza del pájaro fragata ; nos alegra que estén disfrutando de este hermoso lugar y con amigos mucho mejor.
Un abrazo (desde la selva de cemento) de Marty y Miguel
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