En lo alto del Paso de Sunwapta se entra al Parque Nacional de Banff. Desde aquí se tiene una vista maravillosa sobre la ruta que desciende y sobre el valle del río Mistaya.
Visitamos primero el cañadón del Mistaya, otra garganta esplendida dentro de un paisaje muy salvaje. Las vistas espectaculares no te abandonan nunca y uno podría sacar mil fotos y aún así no se aburriría. Es simplemente hermoso. Pasamos por el bellísimo Lago Hector y por la “Pared que llora”, donde desde un alto de 600 metros descienden varias cascadas finitas. Llegamos finalmente al Lago Louise, que fue bautizado con ese nombre en homenaje a la cuarta hija de la reina Victoria.
Por la noche, ubicamos un camping con muy buenas instalaciones. Aprovechamos el buen tiempo para pasar una nueva noche en carpa, soñando con el hermoso día que pasamos.
Visitamos primero el cañadón del Mistaya, otra garganta esplendida dentro de un paisaje muy salvaje. Las vistas espectaculares no te abandonan nunca y uno podría sacar mil fotos y aún así no se aburriría. Es simplemente hermoso. Pasamos por el bellísimo Lago Hector y por la “Pared que llora”, donde desde un alto de 600 metros descienden varias cascadas finitas. Llegamos finalmente al Lago Louise, que fue bautizado con ese nombre en homenaje a la cuarta hija de la reina Victoria.
Por la noche, ubicamos un camping con muy buenas instalaciones. Aprovechamos el buen tiempo para pasar una nueva noche en carpa, soñando con el hermoso día que pasamos.