miércoles, 30 de julio de 2008

Paisajes de Labrador 2





Disfrutemos estos paisajes !






Como nos encantan estos paisajes agrestes, salvajes, deshabitados de humanos pero llenos de vida silvestre, de su flora y de la extraordinaria fauna que requiere mucha paciencia para avistarla, seguimos disfrutando de una segunda entrada de paisajes de Labrador.

Paisajes de Labrador 1








Creemos que vale la pena detenerse un momento en los extraordinarios paisajes de la costa de Labrador. La misma es muy agreste, con muchas rocas, sin árboles, pero también tiene praderas verdes y acantilados imponentes. Simplemente para disfrutarlos

Campamento del Torngat Mountains NP



Vicky con el capitán Rick estudiando la ruta marítima a seguir

Todas las mañanas el capitán nos invitaba al puesto de comando para darnos una charla sobre la ruta marítima a emprender. Con las banderas de Canadá y Labrador izadas, zarpamos de la bahía de Hebrón.
El mar abierto estaba muy agitado como consecuencia del choque entre las olas de la marea en bajada y el viento que venía del mar abierto. Tuvimos un momento de máxima emoción cuando el barco fue empujado por una gran ola girándolo casi 90 grados. El capitán gritó “Hold on!” – agárrense, volaron las cosas por el aire y una pasajera terminó sentada en el suelo. Yo estuve bastante mareado pero aguanté, gracias por haber seguido los consejos de los entendidos: a) quedarse al aire fresco a pesar del intenso frío y b) mirar el horizonte. Esto a uno lo estabiliza. Vicky aguantó heroicamente.

Entramos a la bahía de Saglek donde se encuentra el campamento de entrada al “Torngat Mountains National Park”. Además de los guarda parques, aquí se instalan los científicos para todo tipo de investigaciones subárticas y también los monitores de osos polares. Por lo tanto, a partir de aquí nos encontramos en territorio de los osos blancos.
Los guardabosques nos mostraron un hermoso video sobre estos animales y como comportarse en caso de un encuentro con ellos. Luego dimos un paseo por la tundra húmeda en compañía de dos guardabosques armados.
Por la noche nos invitaron a cenar un delicioso “arctic char”, un pescado riquísimo con un gusto entre la trucha y el salmón. Después, Steve Loutrel, un explorador a “riesgo extremo” nos hizo una presentación sobre sus aventuras de navegante y escalador de montañas en Labrador. Navega con un velero minúsculo de diseño propio que hasta podría darse vuelta sobre si mismo, sin hundirse.
Volvimos al Wanderbird, ya de noche, dejando al campamento listo para conectar el alambrado electrificado que lo rodea y protege a sus habitantes de un posible ataque de las fieras.

martes, 29 de julio de 2008

Misiones de Moravia



"Check-in" en Hebron





En los siglos XXVIII y XIX se establecieron en la costa de Labrador unos misioneros alemanes que vinieron de Moravia. Construyeron asentamientos e intentaron convertir a los nativos inuit al cristianismo. La gripe española de 1918/19 cobró muchísimas victimas fatales entre estos inmigrantes y los pocos sobrevivientes decidieron hacía 1950 abandonar el lugar. Es que el clima inhóspito del Norte les ganó la pulseada. Tuvieron que aceptar que aquí no se puede vivir.
Luego de un día en mar muy agitado, estuve mareado pero me salvé de consecuencias mayores, entramos en la bahía de Hebron para pasar la noche. Al día siguiente bajamos a tierra con desembarco húmedo. Esto quiere decir que la pequeña lancha nos llevó a orillas del mar, donde hay que saltar al agua, con botas para no mojarse y ganar la playa.
Aquí encontramos los vestigios de una de las misiones moravitas, llamada Hebron. Fue la más importante de la costa y todavía queda un edificio comunitario en pie, que esta siendo restaurado por Tom y un pequeño equipo de trabajadores. Los demás edificios están en estado de ruinas. En verano, las autoridades envían aquí a una familia inuit, en este caso Joseph y Jane y sus dos hijos, para recibir a eventuales visitantes y cuidar el lugar.
En la zona hay osos negros y caribú pero no vimos ninguno. Caminamos por la esponjosa tundra, observando también tumbas con lápidas escritas en aleman. Cosa extraña en esta solitaria costa.

Entre lluvia y niebla volvimos al Wanderbird que descansaba como un fantasma en la niebla de la bahía.

domingo, 27 de julio de 2008

Zarpando para Okak

A bordo del Wanderbird somos 12 pasajeros, de los cuales 6 norteamericanos, 2 canadienses, un escocés, una australiana y nosotros dos; el capital Rick, su esposa Karen, el guia del tour Dave, los dos marineros Matt y Ben, el monitor de la fauna John, dos perros labrador y el gato Hector. Como ven, no faltaba nadie.
Zarpamos de Nain con niebla sobre el mar. El tímido sol no alcanza a perforar las nubes. El primer almuerzo fue sopa y cookies, o sea gastronomía anglo-sajona, mezclando salado y dulce, que obviamente no es muy de nuestro paladar.
Avanzamos entre islas y mar abierto, con tiempo lluvioso, niebla y mucho frío, sobre todo de noche en camarotes con escasa calefacción. Afuera hacía unos 5 grados Celsius.
Aparecen los primeros icebergs y todo el mundo a bordo se entusiasma por el espectáculo que brindan. Estos témpanos son desprendimientos de los glaciares de Groenlandia y tardan unos 3 años en llegar a las costas de Labrador. Son hielos que tienen hasta 10'000 años de antiguedad.
La primera noche entramos al fiordo de “Black Harbour”, aunque no había ningún puerto. Anclamos el Wanderbird en la bahía para pasar la noche tranquila sin motores. El segundo día el mar estaba bastante agitado y yo me maree un poco. Por la noche anclamos cerca de la isla de Okak.

sábado, 26 de julio de 2008

Nain


Nain y el embarque al barco explorador Wanderbird





El asentamiento de los nativos Inuit en Nain es la última población al norte de Labrador. Hacia el norte, la península está totalmente deshabitada. Recorrimos este pequeño pueblo cuyos habitantes viven mayormente de la pesca, de la caza y de algunos pocos turistas que se pierden por aquí. Aquí se habla el idioma Inuktitut, lengua de los Inuit y un poco de inglés. Dicen que es un lugar algo violento, pues por la noche muchos vienen al bar del único hotel y se emborrachan. Lo pudimos comprobar, pues varios de ellos se peleaban detrás del hotel, justo debajo de nuestra ventana, a la una de la mañana. Esto se entiende cuando se puede comprobar el bajo nivel de educación que reciben y las consecuencias del alcohol introducido por los conquistadores y misioneros europeos.
Así que pasamos una noche un poco movidita. El sábado nos aprestamos a abordar el Wanderbird, un ex -barco pesquero, inteligentemente transformado en barco turístico por Karen Miles, la esposa del capitán Rick Miles.
Esta nave, motorizada y equipada con velas, cuenta con 6 pequeños camarotes, una sala de estar que sirve a su vez de comedor, una galería léase cocina, comodidades para la tripulación y la cabina de mando del capitán en el deck superior. Nos recibió Rick en el espigón para darnos la bienvenida a bordo.
Nos acomodamos con otros 10 pasajeros y luego del medio-día zarpamos con rumbo norte hacia la gran aventura.
Este viaje de exploración fue el primero tanto para nosotros como para toda la tripulación. Inclusive la nave nunca había navegado en el mar del Norte de la península de Labrador.

viernes, 25 de julio de 2008

Volando a Labrador


La península de Labrador y la isla de Terranova forman la Provincia de New Foundland y Labrador, la mas oriental de Canadá. Volar hasta Labrador no es un paseo, sino un largo viaje de 7 horas y media con 4 escalas y 3 aviones distintos. Nuestro primer vuelo desde Montreal salió a las 6.30 hs. de la mañana, así que nos tuvimos que levantar muy temprano a las 4 hs. Nuestra primera escala fue en el pueblo de Sept Iles sobre el golfo de St.Laurent y luego cambiamos de avión en Wabush. El segundo vuelo nos llevó a Goose Bay.
El tercer avión, bastante viejito, con interiores de madera y capacidad para solo unos 20 pasajeros, pertenece a una compañía de nativos, de la tribu de los Innu. Apretados en este viejo pájaro mecánico sobrevolamos la árida costa de Labrador para llegar finalmente a Nain.
La primer aventura fue que el bolso de Vicky no llegó, pues en algún trasbordo fue a parar a otra isla. Por lo tanto, tuvo que comprarse alguna pilcha en este pueblo y emprender el viaje de 12 días en barco sin cosméticos y con menos que lo mínimo indispensable.

martes, 22 de julio de 2008

Llegamos a Montreal !

El 17 de julio, luego de 260 días de viaje y mas de 50’000 Km. recorridos, llegamos a Montreal, donde va a terminar nuestro viaje. Decimos que va a finalizar, pero aún no termina. Se acabó para la camioneta, pues aquí la vamos a embarcar y tendrá un merecido descanso durante el viaje de un mes para volver a la Argentina.
En cambio, nosotros tenemos todavía reservada la frutilla de la torta para coronar nuestro viaje. El viernes 25 de julio volaremos a Labrador, una Provincia en el nordeste de Canadá, situada frente a Groenlandia. Ahí realizaremos una excursión en barco por los fiordos de la península de Labrador. Así que sígannos con paciencia porque recién al volver de Labrador, el 9 de agosto, podremos dar novedades, visto que no tendremos comunicación durante unos 15 días.

Mientras tanto disfrutamos de Montreal y hoy visitamos el Viejo Montreal, muy pintoresco y muy francés. Aquí, en esta ciudad bilingüe y multicultural, aunque el idioma oficial es el francés, convive la tradición británica con la cultura francesa. Se dice que convive, pues no se mezcla. Se habla de los dos “solitarios”, porque los francófonos saben que son minoría en Canadá y los anglosajones saben que son minoría en Montreal.
Hasta pronto !

domingo, 20 de julio de 2008

Feliz Dia Amigos

En este día tan particular, y aun estando muy lejos, queremos enviarles a todos los amigos un muy cariñoso saludo y un fuerte abrazo. Quisiéramos sobre todo agradecerles que nos hayan acompañado durante este viaje brindándonos vuestra amistad.
A orillas del Lago Superior, y para todos Uds., hemos construido un Inukshuk, como lo hacen los Inuits, pueblo esquimal, para desear buena suerte y buen camino.
Un gran abrazo para todos.
Vicky y David

miércoles, 16 de julio de 2008

Ottawa bis


Esta noche asistimos a una maravillosa presentación de “Luces y Sonidos” proyectados sobre el Palacio del Parlamento. Las imágenes, acompañadas de un impactante juego de luces de todos los colores, mostraban los valores del pueblo canadiense, el patriotismo, los hitos históricos, los personajes célebres de su sociedad y las bellezas de la fauna y la flora de este hermoso país.
Para nosotros resultó un final muy digno de nuestra estancia en Ottawa, la capital de Canadá.

Ottawa


Ottawa, la capital de Canadá, tuvo sus inicios a comienzos del siglo XVII como un lugar de encuentro de los comerciantes de pieles. Recién en 1857 fue declarada capital por la reina Victoria quien impuso su decisión después de casi 20 años de debate con las ciudades rivales de Toronto y Montreal. Poco a poco, Ottawa se convirtió en una elegante ciudad, con muchos parques, excelentes museos y sobre todo con una belleza de edificios públicos en la loma del Parlamento que la hace “very british” con un acento francés.
Cuando un país o una ciudad tienen resuelto las necesidades básicas de la población como educación, salud pública, seguridad y empleo, puede orientarse a otras prioridades y un ejemplo de ello es justamente Ottawa. Es así que la Comisión Nacional de la Capital tiene como objetivo principal el desarrollo y el embellecimiento de la ciudad.

Nosotros nos paseamos por el bellísimo centro de Ottawa, asistiendo a la ceremonia del cambio de Guardia, visitando el Parlamento, la Catedral-Basílica y el Mercado, disfrutando mucho de esta hermosa ciudad a orillas del río Ottawa.